La sensación en nuestra mente y cuerpo en el momento que terminamos de modelar un árbol para darle la forma que previamente habíamos visualizado y llegar a ver el trabajo terminado, el cual nos transporta hacia un lugar tranquilo donde podemos descansar nuestra mente como si estuviéramos dentro de la montaña, es simplemente inexplicable y es necesario vivirlo para comprender por qué amamos este arte.
Años después, comencé a estudiar la carrera de Terapia Física, en la cual comprendiendo las necesidades de muchas personas, tanto físicas como mentales y teniendo en cuenta los beneficios del arte bonsái, surgió el interés por investigar más a fondo hasta llegar a descubrir lo terapéutico de éste arte mediante el maestro de bonsái Italiano Massimo Bandera, el cual contacte para pedir más información y me compartió más datos y el permiso para poner en práctica esos conocimientos.
Además del maestro Bandera, un grupo de profesionales que colaboraron con este proyecto nos comparten sus aprendizajes y nos dejan las enseñanzas que debemos conocer en lo curativo que tiene la práctica en bonsai.
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